Charla de vereda, hablando de todo un poco con un vecino, de problemas cotidianos, de política nacional, de cuestiones inflacionarias, hasta que se produce un silencio de medio segundo, y los dos nos miramos y nos dijimos lo mismo: "Bueno, falta menos".

Lamentable tener que consolarse con tan poco, pero en tiempos grises la experiencia indica que no hay que desesperar. ¿Y mientras?
- "Mientras, ¿sabe qué? Lo invito a ver a Saturno".
-"¡Saturno, claro! ¡Vamos!"