Clarín". El puestero giró la cabeza hacia mi lado y se preguntó, buscando complicidad:
-"¿Qué es eso?" Nos reímos un rato y yo me fui a casa pensando en Magnetto (¿qué será de él
por estas horas?).
También, me quedé pensando en la "Derecha Destituyente" (sic). ¡En los agrogarcas! (fueron
corriendo y creo que se chocaban en la puerta para votar la lista 2).
Me fui pensando en el gigantesco poder de los medios de comunicación golpistas.
Me fui pensando en esos ciudadanos con máyúsculas que hace un par de meses le pintaban el
bigotito nazi a Macri en cuanto afiche veían (cuando vieron el lunes lo bien que parece que
ahora se llevan Mauri y Cris, más de uno se habrá querido cortar las venas con la entrada
de Tecnópolis).
Me fui pensando en Fito Páez (¿le habrán avisado ya que salga de la madriguera, que esta
vez ganó "su" amado 50 %?)
Me fui pensando en León Gieco, que parece estar tan preocupado por el PRO que ahora también
le dedica canciones (¡León, la elección de Capital ya fue, Macri no precisa más
publicidad!).
Me fui pensando en esa señora saliendo del country conduciendo una 4x4 yendo a votar con
una boleta ¿azul? en el bolsillo.
Me fui pensando en el poder de las multinacionales.
Me fui pensando en las operaciones de la Mossad.
Me fui pensando en esos noveles patriotas que tomaban escuelas con la consigna fundamental
de "Fuera Macri".
Me fui pensando en la carita de Altamira cuando responde "¡Nosotros! ¡La izquierda!"
Me fui pensando en tantas cosas que me hicieron recordar esa letra: "La mujer... el
vidrio... el tornado... el jardín primitivo... yo..." (¿cómo se llamaba la canción? ¡Ah,
sí!)
Un torrrrnado arrasó mi ciudad, y la tuya también.
