SUBTES.

Ignorancia supina. Es otro de los graves problemas sociales que actúan como esas enfermedades que se desarrollan "en segundo plano". Y que provocan un comportamiento social detestable, que es "pensar como se vive", en lugar de "vivir como se piensa". Son dos cosas bien distintas. Paso a explicar. Estuve leyendo distintos informes sobre el saneamiento y mantenimiento de la red de subtes de Buenos Aires. Llama la atención el desconocimiento palmario que hay sobre el tema servicio/financiamiento por parte del público en general, a partir del cual, luego cualquier político chanta se aprovecha y le vende a cualquiera el Obelisco pintado de amarillo. Señores: el Estado Nacional, por razones que no viene al caso analizar ahora porque creo que deberían ser de público conocimiento, fundamentalmente desde finales de 2007, se ha ido quedando sin recursos. Los subtes, como otros servicios de transporte que necesariamente deben ser subsidiados por el Estado Nacional, necesitan de UNA ENORME MASA DE DINERO para seguir manteniendo su actividad. Esta voluminosa masa de dinero representa un tremendo problema para el Gobierno Nacional y su cada vez más insostenible Relato. Entonces, ¿qué decidió hacer el Estado Nacional? Pues, que los subtes deberían pasar a la órbita del Gobierno de la Ciudad, y como diríamos en el barrio desde chicos, QUE SE ARREGLE. Bien. No es grave el asunto, pero el dinero DE ALGÚN LADO DEBE SALIR CUANDO NO SE LO TIENE. Si observamos, y el Gobierno Nacional es un excelente ejemplo al respecto, cuando ha precisado de ingentes recursos, HA MANOTEADO LA PLATA DE CUALQUIER LADO, sin importarle las consecuencias.

Y me vuelve a llamar la atención que, cuando quien ahora se ha hecho cargo del servicio de subtes, es decir el Gobierno de la Ciudad, intenta tomar una medida (impopular, seguro, pero todas las medidas recaudatorias lo son) para poder hacerse de recursos y poder financiar el servicio de subtes, SE LO CRITICA. ¿Qué nos pasa? ¿Estamos todos mal de la cabeza? ¿Seguimos viviendo "como votamos"? Yo espero que no. Finalmente: el tema del transporte público es un tema demasiado serio para cualquier sociedad. Y hay mucha rata política que no encuentra mejor oportunidad que hacer populismo con el asunto. El transporte público es deficitario acá, en EEUU, en Alemania y en Japón. Ahora, que un populista nos diga que los pasajes deben ser baratos porque el Mandato Divino dice que así debe ser, y la gente se lo crea, es otro problema. El mundo no funciona por arte de magia. Todos los días hay que adoptar medidas para que funcione. Me encantaría que la gente empiece a comprender esto.

REFLEXIÓN.

Estaba pensando en cuántos años pasaron ya y esto sigue, con tantos amigos y conocidos kirchneristas (por favor, que no se interprete como que estoy buscando bardear a alguno) que en algún momento me quisieron correr con Videla, con dictaduras, con los poderes económicos concentrados, con las multinacionales, con gobiernos corruptos, con el capitalismo, con el FMI, con el fascismo, con la derecha, con la soja, con los golpistas, con Clarín y la verdad, es que como jamás pudieron argumentar algo razonable, se tuvieron que volver "con la cola entre las patas". El chamuyo populista puede enamorar a un cierto sector de la población, pero jamás puede perdurar eternamente.

PSICOLOGÍA POLÍTICA.

Cuando una o varias personas están convencidas de su propia farsa, no suelen demorarse las frases descalificadoras ni los comentarios nihilistas hacia las actitudes del resto de la gente. Después de todo, en lo ajeno sólo creen ver sujetos de igual comportamiento al propio. Y así continuarán retroalimentando su propio ego.