sábado, 15 de diciembre de 2012

MISERIA.

Ayer, por lo menos yo vi a un presidente saliendo a dar la cara y llorando en algún momento. Es una actitud muy diferente a la que suele tomar nuestro gobierno ante tragedias así. No es difícil imaginarse el cuadro: la Señora, borrada olímpicamente, como de costumbre. Y no sería nada extraño que algún ministro de estos bien de cuarta que tenemos, salga a explicar que "si las pistolas, en lugar de balas dispararan agua, esta masacre jamás hubiese ocurrido".
En estas cosas estamos gastando el dinero de todos hoy. Felicidades, pueblo argentino. Un simpatizante de nuestro gobierno hablando de "derechas", cuando no de "izquierdas", cuando el concepto oficialista es más bien monoaural. A esta gente le encanta rayar el ridículo, el cristinismo no profesa ninguna ideología hallable en ningún tratado filosófico, en todo caso, si tiene una ideología, es LA IDEOLOGÍA DEL ROBO. Queda claro entonces que el problema no es la frase, SINO QUIÉN LA DICE.

martes, 11 de diciembre de 2012

EFEMÉRIDES.

10 de diciembre de 2012: se cumplen 29 años de la toma del mando por parte de Raúl Alfonsín, tras 7 años de la peor dictadura que gobernó la Argentina. 11 de diciembre de 2012: se cumplen 29 años de la primera crítica que Hebe de Bonafini le hizo a Alfonsín (créase o no). Al mes, ya le amplió la crítica afirmando cosas como "este gobierno no hizo nada desde que asumió". Y ojo, no eran pocos los que sentían un inexplicable odio por ese presidente, por ese entonces yo trabajaba en un ámbito bastante politizado y conocí gente que "con toda la fuerza de su alma", como diría Luisito D'elia, le deseaba el mayor de los fracasos a un joven gobierno constitucional que trataba de ir haciendo pié en una de las etapas más difíciles de nuestra historia reciente. Pareciera, pues, que el argentino es el único animal sobre la Tierra que por más que se lleve por delante 1.000 veces la misma piedra, jamás aprenderá la lección. Después de lo que se vio el domingo pasado, eso está muy clarito, al menos para mí.

domingo, 9 de diciembre de 2012

DE GOBERNANTES BAJANDO CUADROS.

Se cuenta una anécdota sobre Indira Gandhi, cuando en 1966 asumió como primera ministra de la India. Estaba pues en el lugar donde debía tomar el cargo, cuando un secretario que estaba cerca de ella, le dijo al oído: "¿Vio el salón? Sus paredes están repletas de cuadros de gente que odiaba a su padre, muchos lo hubiesen mandado a asesinar. ¿Por qué no los mandó a sacar?" -"¿Sabe qué sucede? Que los problemas de la India nunca se solucionarán bajando cuadros."

miércoles, 5 de diciembre de 2012

FANTOCHES.

Y cuando me refiero a fantochadas, tomemos tan sólo las últimas horas. El presidente de Ecuador, Rafael Correa, recibiendo una distinción de la Facultad de Periodismo de la Universidad La Plata. Extraño, muy extraño que justamente una facultad de periodismo premie a un presidente que en su país persigue a los medios periodísticos que no se le someten. El mismo dignatario, por llamarlo de algún modo, directamente se burló, no sólo de todos los familiares de las 85 víctimas del atentado a la AMIA, sino que de todos los argentinos. Y aquí nuestro gobierno lo recibe casi como a un prócer sudamericano. A los pocos minutos, un periodista que le responde incondicionalmente al Gobierno Nacional, en un excesivo ejercicio de genuflexión, escribió un poema. ¿Para exaltar las bondades de la vida, se preguntará usted, señor, señora? NO PRECISAMENTE. Lo hizo para llamar lisa y llanamente MIERDA a todo aquel que no participe ni quiera participar jamás de nada que tenga que ver con este gobierno soberanamente autoritario y corrupto.
Finalmente, como la dorada obsesión parece ser nomás que alguien, se llame William Boo, Oyarbide bis o Gabriel Bracenas, le levante por fin algún día el brazo de vencedor en esta "Cruzada Patriótica" ya no contra Clarín ni Magnetto, contra toda la prensa que jamás se le arrodillará, el gobierno que supimos conseguir tampoco trepida en querer anular a la justicia entera. Pobre gente, pobre gobierno, pobre futuro y pobre Argentina. Y todos los días leemos y escuchamos "El país que soñamos". ¡Menos mal!