LA MENTIRA COMO SISTEMA.

A ver. ¿Al kircherismo se lo puede criticar por su perfil sumamente autoritario? Se puede. Pero no es lo más significativo. ¿Se lo puede criticar por su altísimo nivel de corrupción, seguramente el mayor de estos 30 años? Se puede. Pero no es lo más significativo. ¿Se lo puede criticar por sus mentiras sin el menor sentimiento de culpa? Se puede. Pero no es lo más significativo. ¿Se lo puede criticar por haber creado un fenomenal aparato de propaganda en estos años? Se puede. Pero no es lo más significativo. ¿Se lo puede criticar por el desastre que ha hecho con nuestra economía? Se puede. Pero no es lo más significativo. ¿Se lo puede criticar por sus ataques a la libertad de prensa? Se puede. Pero no es lo más significativo. ¿Se lo puede criticar por la desaparición de centenares de aborígenes en nuestro territorio todos los años sin la menor explicación, y sin que a nadie se le mueva un pelo? Se puede. Pero no es lo más significativo. ¿Se lo puede criticar por haber multiplicado la pobreza de una manera escandalosa? Se puede. Pero no es lo más significativo. ¿Se lo puede criticar por su abierta política pronarcotráfico? Se puede. Pero no es lo más significativo. ¿Y entonces, qué es lo significativo, lo que importa? Bastante simple la respuesta: se gastaron 10 años ninguneando e insultando a una persona que vino a transformar el mundo. ESO HAY QUE CRITICARLO Y NO PERDONÁRSELO JAMÁS.

EL KIRCHNERISTA FELIZ.

Ha surgido en esta década un nuevo sujeto de carácter social digno de mención: El Kirchnerista Feliz. El Kirchnerista Feliz no es militante, pero él está muy contento aunque le estén haciendo percha el país. No busca informarse, aunque lo informan todos los días. Y vive muy feliz. Eso sí, no lo hagas enojar con noticias negativas sobre este Sueño Argentino. Se te pondrá en posición de Saludo 1 y te hará saber y defenderá cueste lo que cueste lo que a su juicio son las bondades del Régimen. El Kirchnerista Feliz ha comprado POPULISMO DE MÁXIMA PUREZA y no va a plantearse la devolución de la mercadería. Y, finalmente, El Kirchnerista Feliz no está dispuesto a que lo despierten de su maravilloso sueño. Lo demás, ES TODO INVENTO DE LOS MEDIOS.

FALSA MILITANCIA.

En estos años, yo, por lo menos, he aprendido que a los gurkas ahora se los llama militantes. Los gurkas, en verdad, son señoritos franceses al lado de los militantes que nos exhibe el poder.