Ya lo saben hasta los perros y los gatos, a partir de las 0.00 hs. del domingo 19/10 habrá que adelantar los relojes 1 hora por disposición de nuestra actual Administración. Ahora, ¿en dónde está el beneficio? Se especula, como siempre, que la medida generará un ahorro de energía, según los cálculos más optimistas, del 7%. Pero, ¿se ha tomado en seria consideración el tema?
Veamos: durante los años 60, se hizo un serio estudio y se concluyó que el huso horario acorde a nuestra ubicación geográfica es el -4, es decir, 4 hs. menos que la del Meridiano de Greenwich. Esto es importante, no por el beneficio económico, si se entiende por beneficio económico el resultado de caja, sino por todo lo que ello arrastra. Entre otras cosas, la fundamental, la adaptación orgánica de cada habitante de este suelo. Se sabe que puede tener serias consecuencias desde el metabolismo de una persona hasta su estado de ánimo, un cambio horario le cambia el humor a la gente. Y se sabe, además, que las últimas experiencias dispararon los índices de accidentes de tránsito, por ejemplo. Sin mencionar los padecimientos de los habitantes de las regiones cercanas a la Cordillera, que se tienen que acostumbrar a las puestas de sol cerca de las 23.00 hs, y a comenzar sus jornadas muy de madrugada, aunque el reloj les diga otra cosa.
Ahora pasaremos al huso -2... que nos sea leve.
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