lunes, 30 de agosto de 2010

viernes, 27 de agosto de 2010

CON LA RADIO A TODAS PARTES.

Según las crónicas, en la Nochebuena de 1906 se hizo la primera transmisión radiofónica de la historia. Luego, un 27 de agosto de 1920, en Buenos Aires, un tal Enrique Telémaco Susini (hay una calle en Don Torcuato que lo recuerda) hacía, desde la terraza del Teatro Coliseo, la primera transmisión mundial en lo que a entretenimiento se refiere. De allí que hoy es el DÍA MUNDIAL DE LA RADIO.

A mí me encanta recordar este día, porque vengo de un hogar en donde nos criamos, mi hermana y yo, escuchando radio. Muy poca televisión, y sí mucha radio. Yo soy de esos enfermos que se iba a duchar con una portátil bajo en brazo, ni hablar de cuando me iba y me voy a dormir. La radio no debía ni debe faltar jamás. Y que quede claro que no soy de los tiempos del radioteatro, tan viejo no soy.

Por allá lejos, recuerdo el noticiero, todavía hoy rememoro el títilo, "Diario Oral Matutino" de Radio Belgrano, a eso de las 6 de la mañana, que alternaba con el de Radio Colonia. Cómo olvidar esas tardes memorables del Negro Guerrero Martinheitz, como 4 o 5 horas en Radio Belgrano, esos silencios de 30 segundos que quedaron en la historia...

Las mañanas de Radio Rivadavia que arrancaban temprano con "El Club de Barbas" de Rubén Aldao, seguían con Héctor Larrea en "Rapidísimo" -a Larrea lo conocí personalmente en otras circunstancias, frente a frente en un estudio de televisión y en vivo, en el viejo Canal 9, ahí en el pasaje Gelly en Palermo-, y seguidos por el inefable Antonio Carrizo en "La Vida y el Canto" (uno de los programas de radio más maravillosos que yo recuerde). Pero toda esa ristra de la emisora de Arenales y Pueyrredón era impagable.

Por Rivadavia ha pasado alguna vez también Alejandro Dolina, con su inoxidable "La Venganza Será Terrible", un producto que no ha variado mucho con los años, pero un programón de culto.

Para la música, tengo recuerdos de los 70's de "Modart en la Noche", con Pedro Aníbal Mansilla, "El tren Fantasma", "Flecha Juventud", que conducía Badía y más acá recuerdo "Estilo Disco", con Carlos Beillard, "Sonrisas con Coca-Cola", con Graciela Mancuso, "Cuero Pesado",el primer programa exclusivamente dedicado al heavy metal de la radio argentina, el mítico "Feedback", con Pergolini y Ari Paluch, y si decimos míticos, qué hay que decir del increíble desfile de programas de los comienzos de Rock & Pop en los 80's, "Radio Bangkok" (Lalo Mir, Bobby Flores, Douglas Vinci), "Heavy Rock & Pop", con el Ruso Verea, el Gordo Nagy y andaba por ahí dando vueltas César Fuentes Rodríguez; luego les sucederían "Tiempos Violentos" y "Apagá la Tele", con Gustavo Olmedo. Este último está entre mis preferidos de hoy, además de "El Circo Miserable", con el Ruso Verea, que va en la trasnoche de Nacional, y la radio de Kosiuko, excelente programación, la "KSK Radio".

Para los deportes, hay muchos más, pero rescato: las viejas transmisiones de Radio Argentina de los partidos de Boca Juniors a cargo del recordado Bernardino Veiga, con los comentarios de Faustino García; "La Oral Deportiva", en Rivadavia, con José María Muñoz, el gordo García Blanco y en donde se lo escuchó por primera vez a un tal Marcelo Tinelli; "Sport 80", creo que también se convirtió en un culto; "El Show de Boca" en sus diferentes versiones, Caldiero, Fantino etc. y parándonos en el presente, me gusta mucho "Un Buen Momento", con el excelente relator Mariano Closs, en La Red.

¿Y qué decir de los programas políticos y/o informativos? También tengo una enorme lista para mencionar entre los que siempre escucho, "Magdalena Tempranísimo", con la maestra de maestras Magdalena Ruiz Guiñazú; uno que ya no está, "Lanata AM y PM", que iba por Radio Del Plata, con Jorge Lanata; "El Exprimidor" con Ari Paluch; "Primera Mañana" con Nelson Castro; "La Mañana del País" con el Cholo Gómez Castañón, y suelo escuchar también el programa del campo de mis seguidos en el Facebook "Bichos de Campo", muy entretenido, con Iván Gándara y los muy buenos informes de Matías Longoni.

Seguramente me estoy olvidando de muchos nombres. Siempre pasa. De lo que nunca me voy a olvidar es de haber podido participar de la radio. Aquí debo hacer un párrafo aparte para Julio Guichet. A él lo descubrí haciendo "Gira Mágica y Misteriosa" por Radio Nacional, "Historock" en la misma radio, que luego se fue a la FM de Splendid y posteriormente a la FM Metropolitana, programas en los que tuve la suerte de colaborar como participante y en la producción, y hasta haciendo alguna vez el papel de cronista de, nada menos, la primera vez que Iron Maiden vino a la Argentina en 1992. Allí también conocí a Adrián Stoppelman, un chabón tan macanudo como Julio.

Es muy probable que como medio de comunicación la radio haya perdido terreno en cuanto a aceptación como ÉL medio, frente a la TV. Y quizás hoy, Internet haya sobrepasado o esté por sobrepasar a ambos. Pero su espíritu, como reza esa canción de Rush, justamente "The Spirit Of Radio", aunque pasen muchos años más, permanecerá indoblegable.

lunes, 16 de agosto de 2010

¡30 AÑOS YA!

Quizás debería declararse el Día Mundial del Metal. Un día como hoy, pero hace 30 años, se hizo en Castle Donington, Inglaterra (ahí mismo donde siempre estuvo el autódromo), el primer festival heavy de la historia, el Monsters of Rock.



Miren la grilla: Rainbow, Judas Priest, Scorpions, April Wine, Saxon, Riot y Touch. Y si uno repara en la alineación de las bandas, puede ver por ejemplo la del cabeza de cartel, Rainbow: Ritchie Blackmore, Graham Bonnet, Don Airey, Cozy Powell y Roger Glover, un seleccionado.

Con el tiempo la cosa fue mutando, el festival se hizo ininterrumpidamente hasta 1992, y se abrió al mundo, de hecho se siguió haciendo en otros países (yo creo que fui a todos los que se hicieron en Buenos Aires), a tal punto que ya ni siquiera lleva su nombre original: ahora se llama Download Festival.



Rainbow - Will You Still Love Me Tomorrow (En vivo, Monsters of Rock 1980)

viernes, 6 de agosto de 2010

Ideologismo y desidia (se llevan bárbaro).

Un disparo de arma de fuego a la cara y a centímetros de distancia es lo más parecido a un fusilamiento, a una ejecución, independientemente de si la acción alcanzara o no la finalidad buscada. Un hecho de esa naturaleza no parece tener demasiadas interpretaciones penales (¿o también lo vamos a ideologizar?)

El caso de la mujer embarazada baleada en La Plata debe ser con seguridad un tema de apasionados debates judiciales, no por lo puntualmente señalado, sino por una de sus consecuencias, la muerte del recién nacido cuya llegada al mundo se precipitó por el estado de la mamá. Ya hay muchas discusiones en cuanto a si corresponde considerar al bebé de una semana que finalmente murió como a un sujeto víctima de homicidio, o no, ya que al momento del brutal ataque no había nacido, con lo cual resultaría imposible caratular el caso de aquella forma.

Ahora la disputa también se enfoca en si podría tratarse de inducción dolosa o inducción culposa a un aborto. La primera tiene penas mayores que la segunda, pero ambas son menores que las de un homicidio. Pero yendo al inicio, a cómo se desencadenó todo, parecemos olvidarnos de que todo esto parte de un hecho GRAVÍSIMO. Francamente no me imagino al delincuente ante el tribunal oral declarando que al dispararle en el rostro "sólo buscaba que la mujer aborte a la criatura que llevaba adentro". No parecería muy convincente el argumento, da toda la impresión de que el propósito del chorro iba un poquito más lejos.

Salvo, claro, que continuemos en nuestra senda triunfal de ideologizar todo, para seguir sin arrimarle ninguna solución a la gente.