sábado, 26 de febrero de 2011

UNA DESAGRADABLE COSTUMBRE.


Últimamente suceden cosas aparentemente inconexas, y en realidad lo son, hasta que uno se da cuenta de que no tanto. Soy de los que excecran el culto a la personalidad, tan de moda en estos tiempos. El país, la institución o el club de fútbol siempre por delante de cualquier persona, y nunca al revés.

Mírame a los ojos, ¿qué es lo que ves?
El Culto a la Personalidad
Conozco tu ira, conozco tus sueños
He sido todo lo que has querido
Yo soy el Culto a la Personalidad

Como Mussolini y Kennedy
Yo soy el Culto a la Personalidad
El Culto a la Personalidad
El Culto a la Personalidad

Luces de neón, un Premio Nobel
El espejo habla, el reflejo queda
No tienes que seguirme
Solo tú me puedes hacer libre

Vendo las cosas que necesitas para ser
Soy la cara sonriente en tu televisor
Soy el Culto a la Personalidad
Te exploto, me sigues amando

Te digo una y alguien hace tres
Soy el Culto a la Personalidad
Como Joseph Stalin y Gandhi
Soy el Culto de la Personalidad

El Culto a la Personalidad
El Culto a la Personalidad

Luces de neón, un Premio Nobel
Un líder habla, ese líder muere
No tienes que seguirme
Solo tú me puedes hacer libre.

Me diste fortuna
Me diste la fama
Me diste el poder en el nombre de tu Dios
Soy cada persona que necesitas ser

Soy el Culto a la Personalidad

Living Colour, 1988.

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