domingo, 19 de junio de 2011

...Y UN DÍA NOS DIMOS CUENTA DE QUE YA NO TE TENDREMOS MÁS.

Una definición sobre la vida que creo que hasta el día de hoy me pertenece, señala que "la vida es, entre otras cosas, una constante sucesión de encuentros y despedidas". Y ayer finalmente se retiró Martín.


A los xeneizes nos quedan los inmensos recuerdos, aquel histórico gol a River en 4tos de final de la Libertadores 2000, los dos goles de aquel vertiginoso comienzo en Tokio ante Real Madrid, a fines de ese mismo año. El gol nº 100 hecho con la pata rota. Con la casaca nacional, la clasificación a Sudáfrica 2010 bajo la lluvia en cancha de River, su gol en ese mismo mundial ante Grecia. Y por qué no, los tres penales malogrados ante Colombia en la Copa América '99, hecho que quizás de haberse tratado de otro jugador hubiese sido la cruz con la que debiera haber cargado por el resto de sus días, sin embargo, por tratarse de un personaje tan especial como Martín, ahí van los 3 penales 3, como una simpática anécdota dentro del fantástico relato Palermo. Porque Palermo y su carrera, más que eso, son un relato que trasciende el fútbol.

Como se sabe, los hombres y los nombres pasan, las instituciones quedan. Y la felicidad queda en las instituciones cuando han podido disfrutar de un Palermo.

Gracias Martín. Haciendo mía la frase de un conocido relator de fútbol, gracias por tanto, perdón por tan poco. Y hasta la vista.

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