EL SÍNDROME DE "SIMÓN EL AGRADABLE".

El personaje de la foto es "Simón El Agradable", de El Superagente 86. Su sonrisa le alcanzaba para caerle bien a cualquiera, no pagaba las cuentas en los cafés (siempre se la pagaba otra persona que por el simple hecho de haberlo visto, lo hacía en secreto, etc.) En fin: resulta que TODOS SABÍAN QUE ERA UNO DE LOS PEORES CRIMINALES, pero cuando le mandaban un agente para que lo detuviese, éste caía rendido a sus pies, el tipo, en lugar de detenerlo, le terminaba pidiendo un autógrafo, o cosa así.

Excelente circunstancia para trazar una analogía con los tiempos que le han tocado vivir a la Argentina en estos años. Son épocas de muchas quejas, está todo muy convulsionado. Hoy tenemos una presidenta que, en la consideración general, salvo por los incondicionales, tiene un bajo nivel de adhesión. Pero veamos qué pasaba en octubre de 2011, cuando la actual mandataria se postulaba para su reelección. Los votantes sabían un montón de cosas sobre su gestión (hechos de corrupción, enriquecimiento ilícito, ataques a la prensa independiente, el no respeto a fallos judiciales, un manejo absolutamente discrecional de los fondos públicos, etc.) Pero cuando hubo que ir a votar en 2011, HUBO UNA GRAN MAYORÍA QUE PUSO LA BOLETA DEL FPV LISTA COMPLETA NOMÁS, sin hacerse cargo de nada, y como los que se enfrentaban a Simón El Agradable en aquella serie de TV, se excusaban con una risita y le repetían como loros a quien quisiera escucharlos: "¿Y qué querés? ¡Si otro candidato para votar no había!"