martes, 6 de mayo de 2014

SOY UN KIRCHNERISTA INDIGENTE.

En un país como el nuestro en que cualquier mentira (por grave que sea) ya pasó a ser un asunto de 3er. o 4to. orden, aún para la Justicia, a este muchacho se le ocurre decirle al juez que no tiene plata. Podría haberle dicho al magistrado cualquier otro bolazo, por ejemplo, que nadie lo sabe pero que desde hace 20 años tiene una gamba ortopédica y no puede caminar mucho, qué se yo. Y el juez lo hubiese atendido igual. Pero no. Ser kirchnerista es un oficio muy duro, por lo visto.


No hay comentarios: