viernes, 30 de mayo de 2008

¡AYER FUI AL COLÓN!

Y no a pasar un papelón. En realidad, fui al Luna en compañía de mi simpatía y un par de amigos a ver a La Filarmónica del Colorado.

¡Qué locura de recital! El idilio Megadeth-Argentina parece no tener fin. Es sabido, por gente cercana que conoce del tema, que la banda de Dave Mustaine tiene todavía una expectativa enorme cada vez que viene al país y se cuenta por ahí que cuando se aproxima la fecha de arribo al colorado se le va poniendo la piel de pollo. Y quizás, debido a ello, es que suele elegir los mejores setlists para sus conciertos aquí. Y ayer no defraudó para nada. ¿Qué? Nos dejó a todos mirando al ras del piso.

Dave Mustaine en los tiempos de Rust In Peace, con una remera que hace alguna justicia.


Arrancaron con Sleepwalker (me siento identificado, créanlo) de United Abominations y después siguieron con una catarata de clásicos infernal. Quiero detenerme en el 3er. tema. ¡Tocaron Take No Prisoners! ¡Colorado, sos un hijo de mil putas! En cuanto Dave avanzó con ese brutal riff, nos miramos con mis amigos y creo que le dije a la niña: “¿no me ves más joven?” Se sonrió, aunque no sé si me habrá entendido, lo cierto es que me sentí transportado 20 años atrás de un saque. Y la misma sensación con Hangar 18, Holy Wars/The Punishment Due, Sweating Bullets, Peace Sells, Trust (para mí, su último clásico) y por supuesto, el Himno Nacional Metalero, Symphony Of Destruction. Nuevamente volvimos a saltar al compás de ¡Megadeth-Megadeth-Aguante Megadeth!


Megadeth modelo 2008.

Ya no tenemos la conjunción Mustaine-Ellefson-Friedman-Menza. Pero eso a casi nadie le interesa. Sonaron de vuelta como la ostia, en el buen sentido, claro. Hay que remitirse a los shows de 1994 en Obras para encontrarse con algo parecido. Tal vez yo no vaya a experimentar muchos más impactos como éste por un tiempo largo. Por la música y por el mensaje. Mustaine convirtió claramente a Megadeth en una banda política desde el primer momento. Hay que repasar sus letras, nunca se guarda nada. Es, quizás, como esa gente que alguna vez definió Perón en alguna conferencia: esas personas que sin militar jamás en política, entienden la política. Muy al contrario de tanta gente que, ejerciéndola, jamás la entiende.

lunes, 26 de mayo de 2008

LA PELÍCULA DEL REY.

Me volví loco. Justamente yo hablando de cine. Algún día me explayaré sobre mi alergia al cine. Pero hoy creo que eso no importa en lo más mínimo y quisiera rendirle tributo a un muchacho excepcional.

El miércoles, este muchacho obtuvo y celebró un logro espectacular, quienes conocemos de fútbol no podemos soslayar el tema de que ganar una Copa de Campeones de Europa no es moco e’ pavo. Se los dice un hincha de Boca que conoce lo que es ganar un título de mucho peso.


Ahora, luego de haber conocido lo que es ganar todos los títulos que se puede ganar con Boca, luego de haber ganado el campeonato de Brasil , luego de haber ganado la 1ra. medalla olímpica después de 54 años para nuestro país, luego de haber salvado de la desaparición a un pequeño club como el West Ham, y ahora ganando el campeonato local con Manchester United y trascartón ganar la “Champions League”, este chico argentino no vuela, simplemente ve que su vida transcurre de la misma forma que él imaginó que deberÍa ser. La de los sueños que se cumplen sin solución de continuidad.

Felicitaciones entonces, Carlos, el Mundo es tuyo, jamás nos olvidaremos de aquel hermoso 2003 que nos entregaste, y esa película que una productora local quiere hacer de vos es un justo homenaje. Seguramente cuando se pueda ver aquí allí estaré.

lunes, 19 de mayo de 2008

QUEREMOS SER COMO LED ZEPPELIN.


Cuántas bandas estadounidenses lo habrán pensado, pero qué pocas se atrevieron a revelar ese deseo. Principalmente las que arrancaban allá por comienzos o mediados de los ‘70s. Desde que Led Zeppelin inundó el mercado yanki con ese maremoto de furioso rock del que mamaron los Aerosmith, los Boston, los Van Halen, Randy Rhoads y otros, el mercado de ese país siempre estuvo a la expectativa de encontrarse con los nuevos Zeppelin, aunque, y aquí está lo bueno, a nadie en su sano juicio se le hubiera ocurrido subirse a un escenario y adoptar una postura que emulase al tándem Page-Plant, y menos aún tratar de sonar exactamente igual que El Martillo de los Dioses, porque como suele decirse por estos días bastante a menudo, la cosa se complicaría. No hubo antes ni después una banda que suene como Led Zeppelin sobre un escenario. Es que parece improbable que vuelva el pié derecho de John Bonham. Se fue allá por septiembre de 1980 y no hay miras de que regrese.

A comienzos de los ‘60s, en un pueblito llamado Bellevue, cercano a Seattle, en el NO de los Estados Unidos, un grupo de jóvenes entusiastas de la música decidió juntarse para darle forma a una idea que combinara blues y rock and roll con otros estilos más tradicionales como el bluegrass. La iniciativa estaba a cargo de los hermanos Mike y Roger Fisher, guitarristas ambos, quienes se mandaron con un grupejo llamado The Army. Transcurrieron los años con pocas composiciones y más covers que producción propia hasta que llegados los finales de esa década apareció una señal en el cielo, una revelación sonora con forma de dirigible dispuesta a voltear todo lo conocido hasta ese momento. Dicen por ahí que cuando empezó a escucharse a Led Zep en las radios locales la onda expansiva dejó un tendal más grande que unos años antes con los Beatles en el show de Ed Sullivan.


The Army: Gary Ziegleman, Ron Rudge, James Chirillo, Ken Hanson, Roger Fisher, Steve Fossen

Llegando 1972, Steve Fossen, bajista y socio de los hermanos Fisher, embriagado con tantos vapores provenientes de esa caja recién abierta que alguien les había prodigado desde la Madre Patria, imaginó cómo la cosa podría andar un poco mejor. The Army ahora incluía en su repertorio varios covers de Led Zeppelin, pero el novel combo no daba con el cantante justo, fundamentalmente alguien capaz de llegar a los agudos de Robert Plant y que a la vez los transmita con fuerza. Se le ocurrió decirles a los Fisher “Ché (porque hablaba así, como un porteño), ¿se acuerdan de Ann Wilson, esa chica de la que les hablé, de la secundaria? Tiene una voz potente y con su registro podría funcionar” “¡Y daaaaaale!”, le habrán respondido. Esa tal Ann Wilson tenía pocos antecedentes, un intrascendente simple grabado con un grupo local llamado The Daybreaks y ninguna otra cosa relevante. Cuenta la historia que sus padres la mandaron a tomar clases de canto por consejo médico ya que de chica observaba una día tras día más evidente tartamudez, y tanta vocalización la ayudaría a redimir ese mal. Curiosa coincidencia con el caso de Jimmy Page, que con su constancia en el ejercicio de la guitarra finalmente pudo curar un incipiente cáncer en su niñez. Ann venía de una familia con entorno musical, eso sí, aunque sin grandes esperanzas de dedicarse a eso de lleno. Fue a la prueba y parece que la pasó con creces en lo estrictamente musical, los muchachos quedaron muy impresionados tanto que Mike le echó el ojo primero y algún tiempito después empezaría un noviazgo de imprevisibles consecuencias. Pero ese es otro tema. Además de las canciones de Zeppelin, se animaban también con material de Jethro Tull y con una estrambótica versión de Syberian Khatru, de Yes. Parece que la voz de la chica sobraba para cualquier cosa. Alguna cinta debe haber quedado dando vueltas por ahí de esos años, debe ser toda una pieza de colección, dado que desde los principios mismos Heart se distinguió por ser una banda en vivo, porque ahí es donde realmente suena auténtica. No tanto en el estudio, donde han hecho muy buenas cosas. En la cancha se ven los pingos, y ahí es en donde ellos se sienten a gusto, en los shows. Y si me empujan un poco, diría que son el grupo que mejores covers ha grabado en toda la historia del rock.

Ya por 1974, a instancias de Ann y Roger Fisher, se sumó al grupo Nancy, la hermana menor de la cantante, con sólo 20 añitos. Nancy Wilson no tenía mucha relación con su hermana Ann, hacía la suya. Andaba por los bares de Seattle tocando por el sánguche y la coca, más algunos pocos dólares, y así se pagaba sus estudios en Bellas Artes. Tenía una característica bastante particular con su guitarra acústica, que persiste hasta hoy mismo, ese modo de tocar imitando a toda una banda, y si uno escucha esas grabaciones, efectivamente a uno le da esa extraña impresión. También tiene una forma muy singular de tocar la eléctrica, y es multinstrumentista como su hermana Ann. Y ni bien aceptó el convite, se reunió con los demás y empezó a tirar ideas sobre cómo debería sonar la banda ahora, “si queremos sonar como Led Zeppelin, también tenemos que incorporar el costado acústico de Zeppelin”. Y así marchó la cosa, con una banda que llamándose por esos días White Heart (desde 1972) se pasó a llamar Heart.

White Heart, en 1972.

Todo comienzo importante tiene sus dificultades. Y acá no fue la excepción. El grupo debió moverse a Vancouver, Canadá, al poquito tiempo, porque el Tío Sam empezó a buscar gente para mandar a Vietnam y le apuntaron a Roger Fisher, ya por entonces novio de Nancy. En una nota reciente Nancy cuenta que el FBI llegó a meterse en su casa buscando a su novio. Hasta que en 1976 se declaró una amnistía y la banda pudo retornar a su país. De ahí que al principio muchos creían que eran canadienses, y a ellos incluso les gustaba jugar con esa confusión.

Entretanto, en algún bar de Vancouver los descubrió un representante de un sello indie, Mushroom Records y rápidamente acordaron la grabación del primer disco. Eso fue en la 2da. Mitad de 1975. Dicen las crónicas de la época que la gente del sello grabador llegó a tentar a Ann para que se distanciara del grupo y grabara un proyecto en solitario, pero que ésta les habría respondido: “No, yo soy una jugadora de equipo, descarten esa posibilidad” y hubo que seguir con la premisa original, nomás.

El resultado fue un disco que marcó una época. Dreamboat Annie fue un hit nacional. Y en poco tiempo, doble disco de platino. Luego llegaría un aluvión de fotos, reportajes, tapas en la Rolling Stone, la gira europea, líos con la grabadora y un sinfín de historias y anécdotas. Pero siempre respetando la esencia y no dándole demasiada bola a la imagen que quienes no los conocían demasiado tenían de ellos. Siempre imperó el criterio musical, muy por encima de la imagen de dos hermosas chicas al frente de la banda (tuvieron que bancarse una etapa bastante fea por esas cuestiones en los ‘80s). Tanto es así que todas las desvinculaciones posteriores se produjeron por cuestiones puramente musicales, alguna como la de Roger Fisher salpicada de cierto tinte sentimental. Y tan así que de ser simples invitadas a la fiesta terminaron animándola.



Heart haciendo "Barracuda" en California Jam II, en marzo de 1978.

Nancy junto a Ann - Rolling Stone nº 244 (28/7/77)


Si Heart fuese una casa o un auto, quien siempre tiene las llaves es Ann Wilson. Probablemente sea así desde los ‘70s. Hace algún tiempo, Nancy comentaba en un reportaje que, en momentos en que se buscaba un actor que diera con el perfil preciso para ser el cantante de Stillwater, grupo en cuyo derredor gira la historia que se cuenta en la película Almost Famous, no fue sencillo hallarlo porque ya no hay cantantes con ese acento que ella ubica en los comienzos de la década del 70; como la película se sitúa en 1972, habla de un acento que a partir de ese año y con el correr del tiempo se perdió y nunca más se recuperó. Y la verdad es que Ann tenía y tiene ese acento. El mismo acento de los Robert Plant, los Ian Gillan, los Ronnie James Dio, los David Coverdale. Si nos fijamos un poco vemos que no aparece otra mujer en este ítem, sencillamente porque no la ha habido, y quién sabe si la habrá en el futuro. Ann Wilson ha sido una cantante única en este planeta rock. Y ha sido y es la columna vertebral de esta idea que, por lo visto, funcionó bastante bien. Y que seguirá así hasta que las velas no ardan.

viernes, 16 de mayo de 2008

LA ALEGRÍA NO ES SOLO BRASILERA Y... LA VIVEZA NO ES SOLO CRIOLLA.

¿Qué tienen en común, por ejemplo, Bono y Phil Collins? Que son dos músicos británicos, claro. Que se los sabe luchadores o adherentes a causas tan nobles como ayudar a países del tercer o del sexto mundo a combatir el flagelo de la pobreza o la hambruna. Y ahora también coinciden en que, según una cincuentenaria ONG británica, los muy pillines eluden impuestos. Aclaremos que no es lo mismo que evadir impuestos, y que cada país tiene su legislación y lo considera más o menos grave.

El caso de Bono es que, a través de un ardid de ingeniería financiera, o contable, declara sus ingresos y paga sus impuestos en Holanda. El caso Collins, al que se suma el del piloto de F1 Lewis Hamilton, otro inglés, es que hacen algo bastante parecido pero en Suiza. Y con ello, se ahorran unos cuantos patacones.

Yo me quedo con los casos de los músicos, por lo que ya comenté. La misma ONG señala que si esta gente tributara como cualquier hijo de vecino el dinero se podría destinar a salvar las vidas de entre 5 y 6 millones de niños en 15 años.

Un viejo conocido mío solía decir: tocame el traste y me río a carcajadas; tocame el bolsillo y te mato. Y en el caso de Bono, como el de Collins, lamentablemente concluyo una vez más que estamos rodeados de muchos progres, ¡pero si es con la guita de los demás, y no tanto con la de ellos mismos, mejor!

lunes, 12 de mayo de 2008

CRAZY TRAIN.

¿Podemos hablar de trenes hoy? Un poquito, para no aburrir a la gente. Personalmente, podría hablar horas y horas y escribir mil páginas sobre los ferrocarriles. En la Argentina y en el mundo. Es un mundo maravilloso, créanme. Pero sólo conseguiría que me preste atención uno de mil, cuanto mucho. Y los argentinos hemos conseguido (porque el año pasado hemos votado) tener un proyecto de tren de alta velocidad. ¿Sirve? No está muy claro. De cualquier forma, yo jamás me opondría a un proyecto modernizador. Ahora, ¿es lo que realmente precisa nuestro país? Tengo una frase que se me ha ocurrido a mí y que nunca vi en ningún lado: así como los países tienen los políticos que se les parecen, los países tienen los ferrocarriles que se les parecen a sus funcionarios. Veamos: Europa tiene el 20 % de la red mundial de ferrocarriles. Los Estados Unidos tienen otro 20% del tendido de la red mundial. El otro 60 % lo deberemos dividir entre Rusia, Canadá, Argentina, Australia (Argentina tiene más Km. de vías férreas que Australia) y otros países como Sudáfrica, y algunos de menor cuantía, como Japón.




Sin embargo, veamos que los países con serios proyectos de trenes de alta velocidad son, o países que integran la Unión Europea o Japón. ¿Qué pasó con el resto? Simplemente, que les resulta una cuestión atractiva pero poco conveniente. Hicieron las evaluaciones que correspondían y concluyeron en que los proyectos eran inviables, tanto operativa como económicamente.

¿Tendremos, digo, funcionarios capaces de discernir entre lo que resultaría provechoso para un país y lo que simplemente sería un enorme negocio para unos pocos contratistas? El tiempo dirá.

lunes, 5 de mayo de 2008

¡¡¡ FELIZ CUMPLE, ANGEL !!!


Desde Argentina, deseamos que hayas disfrutado este día, con tu familia y amigos.
¡Happy
Birthday!

05-05-08

viernes, 2 de mayo de 2008

UNA LUZ EN EL CIELO.

Mr. Don Airey, próximo a cumplir 60, que ha participado en los créditos de cerca de 200 álbumes a lo largo de su historia con el rock y con gente que va desde Andrew Lloyd Webber hasta Black Sabbath, se decidió y finalmente editó su 2do. álbum en solitario, el 1ro. en exactamente 20 años, luego de aquel “K2” de 1988. El disco se lanzó hace un par de meses, justo por los días en que estaba aquí en Sudamérica con Deep Purple, y se llama “A Light in the Sky”.

Quizás no tanto como con K2, este nuevo trabajo es, según las propias palabras de Don “un viejo anhelo, ya que desde muy joven estuve interesado en la astronomía (de hecho vivió muy cerca de un círculo de astrónomos en Cambridge), tengo mi telescopio y mi colección de libros sobre el origen del Universo…”y todas esas cosas típicas de los que somos aficionados a esta ciencia. En lo que sí quizás se parezcan es que ambos son temáticos, se mueven alrededor de un concepto.


Si dijimos que el disco salió en medio de una gira de DP, aquí podemos hacer la primera acotación: en algunos solos de la gira se puede escuchar una melodía con una lejana connotación de aquel “Blade Runner Credits”, de Vangelis, para algún descolgado, el incombustible otrora tema de “Fútbol de Primera”, ahora utilizado a morir por TyC Sports. Bien, el cd arranca, como no podía ser de otra forma con una pequeña intro llamada Big Bang, pero a continuación se enlaza con el tema de la mentada melodía, se trata de “Ripples in the Fabric of Time”. Instrumentalmente irreprochable. Ahí es donde comienza realmente el disco. Luego se suceden cosas como Andrómeda M31, con una exquisita intervención de Rob Harris, guitarrista de Jamiroquai, punteándose la vida sobre las notas de un majestuoso piano, arropado con un elegante órgano, muy en el estilo John Michell de Arena. Después se le sumarán los Polyphonics y otro solo de guitarra para colgar de un cuadrito. En verdad, todo un acierto haber llamado a este Harris, a quien creo tener visto del año pasado cuando nos visitó “You know, this boggie is for reaaaal…”. Como también lo es haber llamado a Lidia Baich, la misma violinista austríaca, y muy bonita por cierto, que ya participara junto a Don de una gira con más amigos hace un par de años, los que hayan escuchado el bootleg “The Master of the Keys and a Lovely Violin” sabrán de qué estoy hablando. Quiero decir también que Baich ha venido a tocar varias veces a nuestro país, invitada por diversas asociaciones musicales. Pero, su papel en “Into Orbit” es de ensueño, descomunal, de una calidad sin par. De esos músicos –músicas, en este caso- que les va perfecto cualquier estilo. Solos paganinescos, crimsonianos y hasta con un corte muy a lo Kansas de los ‘70s, en un extraodinario duelo con el piano. Una delicia. Si hacen click en el reproductor lo podrán escuchar.
boomp3.com

Luego llegará A Light in the Sky Parte 2, tocada con una suficiencia impresionante, el órgano Hammond a la altura de los mejores momentos de Rainbow y DP, más la voz de Carl Sentance (Ghost, Krokus, Persian Risk), otro golazo del disco, de las tres voces que participan en la obra creo que es decididamente la mejor. Déjenme decir que su performance en Shooting Star también es sobresaliente.

Otro párrafo aparte para el hiperespacial Cartwheel ESO 350-40, muy futurista aunque pudo ser tal vez un poquito más extenso para mi gusto, y para otro bellísimo e interminable solo de piano inserto en Sombrero M104, al que se agregan casi al final unas palmas cuasi-flamencas, nada es casual teniendo en cuenta el título, tomado de un nombre en español para una de las galaxias más conocidas del Universo.

Debería decir también que me encantó la participación de Laurence Cottle, otro viejo amigo de la casa, con un muy buen solo de bajo en Space Troll Patrol, además del otro bajista que también pone lo suyo, Chris Childs, fundamentalmente en esa suerte de blues espacial “Rocket to the Moon”.

Quizás esta vez la noticia es que no vino Gary Moore a la grabación, y bueno, Cozy obviamente ya no está. Pero, con álbumes como el de este “tastierista”, como dicen los italianos, nos podemos quedar bien tranquilos. Nunca me parecerán lejanos aquellos días en que me sentaba a escuchar de manera entusiasta esos discos solistas de otros artistas, por caso Cozy Powell, en los que uno se preguntaba si en verdad el disco era de fulano o de Don Airey.




Killer, del álbum de Cozy Powell "Over The Top", 1979.

Es así. Seguramente este disco no será la bomba de 2008, ni aparecerá en las grandes crónicas de las grandes revistas musicales del circuito internacional. Pero sí será una referencia importante para los seguidores de esta música señalada como metal melódico o rock melódico, y vuelvo a utilizar el calificativo incombustible, que resiste como nada el paso del tiempo.