sábado, 16 de octubre de 2010

¡Y LLEGÓ SEÑORES!

Estaba entrando ayer por la noche al predio de GEBA, y me encontré con unos amigos, no de años, sino recientes. Y todos repetíamos las mismas frases: "¡30 años esperando esto!", "¡Ojalá que este sea su mejor show!" o "¿volveremos a verlos?". Hasta que a los pocos minutos bajaron las luces y... ¡SHOWTIME!

Instantes iniciales del show

Mis expectativas con respecto al Time Machine Tour eran las mejores y creo que Rush cumplió
con creces. Puesta escenográfica impecable, una enorme pantalla detrás del escenario con
una definición de imagen increíble, un sonido que yo no recuerdo en años tamaña potencia
sonora y tamaña fidelidad -el bajo de Geddy Lee me pegó patadas en el pecho toda la noche y el bombo de Neil Peart ni les cuento- y una selección de temas que bueno, son muchos álbumes y en tres horas de duración no puede entrar todo. Un poco de cada época del grupo, y, comentábamos a la salida, "Está bien, tocaron Moving Pictures completo, pero quedaron afuera verdaderas obras maestras del trío", que lógicamente por su extensión en minutos se hacen muy difíciles de incorporar al repertorio.


¡1978! Se acerca el año de Moving Pictures, 1981.

El set se dividió en dos partes, la primera corresponde a un surtido de temas de distintas
épocas pero de 1980 en adelante, para ser precisos. Nada del material más pretérito de la
banda. Muy celebrados "The Spirit of Radio" y "Subdivisions", entre tantos. "Hora y siete
minutos", cronometró un amigo de la fila, y se produce un intervalo de unos 10-15 minutos,
para dar paso a "La Joya", Moving Pictures tocado de cabo a rabo y en orden los 7 temas,
aproximadamente 40 minutos de duración (yo le recomiendo a quien nunca haya escuchado este álbum, trate algún día de hacerlo: es un monumento a la música). Posteriormente a eso, la parte más caliente y excitante del concierto para mi gusto, y lo digo siendo que ya el
agua hervía hacía un buen rato: "Closer to the Heart", "2112" ("Overture" y "The Temples of Syrinx", apoteósico), "Caravan" (single del próximo álbum), "Freewill" y varios clásicos más, como el glorioso "Working Man", hasta llegar a, para mi gusto, EL TEMA DE RUSH: "La Villa Strangiato", del álbum "Hemispheres", creo que en ese momento pensé que el corazón me saltaba del pecho. La Gibson 335 blanca de Alex Lifeson -la misma que usó para grabar ese tema y ese disco en 1978- sonaba como los dioses.

Un espectáculo irrepetible, tal vez.

Alguna vez imaginé esto. Y no me hizo falta demasiada creatividad. Haciendo un libre
ejercicio muy personal sobre cuál sería el acontecimiento musical más importante de mi vida que alguna vez fuese a presenciar, especulaba con que "Rush podría ser, no sé otro, qué se yo". Y les digo que no anduve tan lejos. Lo de ayer ME MATÓ. Fue sencillamente monstruoso y todo lo que sigue de aquí en más en materia musical, como comentábamos con un amigo hoy temprano, parece menor (¡ojalá que no, por favor!).

Esto es la intro de 2112, momento cumbre del recital.

La parte final de La Villa Strangiato, tal vez lo más impresionante para mí.

Larga vida a Rush, larga vida a la música, y... ¡Larga vida al Rock and Roll, por supuesto!

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